El peligro de la adicción a ejercitarse

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EL SOBREENTRENAMIENTO: ES UNA DE LAS CONSECUENCIAS FÍSICAS DE LA ADICCIÓN

sobreentrenamientoEn una época en la que la obesidad y el sedentarismo tienen la culpa de una gran cantidad de enfermedades crónicas (afecciones cardiovasculares, renales, hepáticas, diabetes…) el ejercicio, junto a la alimentación sana, se convierte en un pilar de la salud. ¿Pero que tal si se lleva la actividad física a un extremo en que ya no resulta tan saludable?

En la actualidad ha habido una explosión de dependencias modernas (adicción al Internet, a las compras, al trabajo, al dinero, a la alimentación sana) entre las que destaca la adicción a ejercitarse o a hacer deporte.

Patricia Medina, psiquiatra, terapeuta y especialista en adicciones del Centro Vida y Familia Ana Simó, comenta que se habla de dependencia “cuando hacer ejercicios se convierte en una obsesión y se pasa más tiempo en actividades físicas y se pierden de vista otras actividades”.

Y añade: “La persona deja de interesarse por otras actividades sociales y familiares y su visión de la vida se reduce a hacer ejercicios, deja de lado sus responsabilidades e incluso se enoja cuando no puede ejercitarse o ir al gimnasio, además de que dedica demasiado tiempo en dicha actividad”.

El diagnóstico y posterior manejo de una conducta adictiva es responsabilidad de especialistas en la conducta (psicólogos y psiquiatras); sin embargo familiares y amigos suelen detectar los primeros síntomas del problema, que son muy notorios, y les toca animar a la persona a buscar ayuda. La figura del entrenador personal es también clave para identificar este tipo de dependencia y ofrecer apoyo.

Jochy Pascual, entrenador personal, dice que sin ser psicólogos ni psiquiatras los entrenadores pueden darse cuenta si algo no anda bien emocional o psicológicamente al compartir con su cliente. “Si el entrenador percibe o sospecha que hay alguna condición psicológica que necesite atención, lo correcto es que hable con su cliente para que visite un psicólogo o psiquiatra”, señala.

Añade que lo que sí es de la absoluta competencia del entrenador son los posibles problemas físicos que pueden presentarse en alguien que se ejercita en exceso.

TODO EN EXCESO HACE DAÑO

Una rutina sana y regular de ejercicios físicos fortalecerá no sólo el cuerpo, sino también la psique, pues ejercitarse desencadena una serie de procesos orgánicos capaces de contrarrestar la depresión y combatir la ansiedad. Hacer ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores relacionados con la sensación de bienestar, sin embargo “Todo exceso es nocivo, hasta en los ejercicios”, dice el entrenador Jochy Pascual.

Advierte que una consecuencia negativa es el sobreentrenamiento, que “ocurre cuando una persona ejercita tanto sus músculos que no permite que éstos se recuperen debidamente y es con la recuperación que ocurre el crecimiento de la masa muscular. Al no obtener resultados, estas personas intensifican aún más el entrenamiento”, informa.

ALGUNOS SÍNTOMAS SOSPECHOSOS

– La persona entrena aún estando enferma o no es capaz de suspender el entrenamiento aún teniendo una lesión.
– Se siente ansioso y culpable si pierde una sesión de entrenamiento. Piensa que por esa causa se reduce su masa muscular o peligra su objetivo.
– Familiares y amigos se quejan constantemente del tiempo que pasa ejercitándose.
– El ejercicio o determinado deporte cambió su estilo de vida, monopoliza todos sus intereses, conversaciones, pensamiento y relaciones personales.
– Organiza sus actividades cotidianas en función del entrenamiento.
– Si debe escoger entre entrenarse y realizar otra actividad, escoge siempre entrenarse.

Los ejercicios ¿Amigos o enemigos?

¿Dónde está el origen de la dependencia a ejercitarse? Para la psiquiatra, terapeuta y especialista en adicciones Patricia Medina, del Centro Vida y Familia Ana Simó, “cada vez son más rigurosos los perfiles físicos que se encuentran en los medios y redes sociales y que muchos quisieran seguir. Cada vez son más delgadas las mujeres de las revistas y más musculosos y atléticos los hombres”, dice.

Pero más allá del impacto mediático para que una adicción se implante hay elementos biológicos involucrados. Juegan un importante papel los mecanismos cerebrales y los neurotransmisores que tienen que ver con la recompensa y el placer: “A mayor placer producido por una actividad, más quiere ese individuo realizarla para seguir recibiendo ese placer”, explica Medina.

Sumado a ese aspecto biológico, para diagnosticar una dependencia el especialista debe considerar que la persona puede tener trastornos de la personalidad, carga genética, un comportamiento aprendido desde su familia de origen, una dinámica familiar que influya, entre otros factores, que van a ser parte de una serie de condiciones que sostienen o dan paso a la conducta adictiva.

Consecuencias físicas

Ejercitarse en exceso puede traer consecuencias negativas. El entrenador personal Jochy Pascual refiere que el sobreentrenamiento es común. Se trata de una especie de callejón sin salida, pues la persona que se ejercita mucho no da tiempo a sus músculos a recuperarse como es debido y es en el descanso que ocurre el crecimiento de la masa muscular. Al ver que no hubo resultados la persona intensifica la actividad física “llegando a veces a entrenar por más de una hora y hasta dos veces por día”, señala el entrenador. Esto resulta contraproducente y puede causar pérdida o debilitamiento de la masa muscular.

También hay consecuencias en actividades como el sueño. El entrenamiento excesivo, sobre todo en horas de la noche, no permite un descanso adecuado.

Y claro, quien entrena demasiado o hace deportes con mucha frecuencia se expone a lesiones musculares, articulares, de tendones, ligamentos y otras estructuras.

Pascual comenta que es deber del entrenador personal velar por el bienestar de su cliente y porque el entrenamiento esté dirigido a lograr metas realistas y a contribuir a su salud tanto física como mental: “Si un entrenador sospecha que su cliente tiene un problema psicológico determinado o si sospecha que hay adicción al ejercicio, debe de recomendarle buscar ayuda profesional. Bajo ningún concepto debe tratar un problema de adicción, aunque sea al ejercicio, pues no está facultado para hacerlo”.

Consecuencias psíquicas

La adicción al ejercicio, si se detecta, debe tratarse porque “más allá de las consecuencias físicas importantes, continúa creciendo la conducta adictiva”, señala la psiquiatra experta en adicciones.

Patricia Medina dice que si bien es muy importante hacer ejercicios para mantener la salud física y mental (ejercitarse libera de ansiedades, distrae y fortalece sus defensas físicas, además de muchos otros beneficios), en ciertos casos, es importante tener un personal de salud mental en los gimnasios.

“Hay quienes hacen ejercicios para mantenerse en forma y hay quienes lo hacen porque tienen un trastorno de base que los conduce a esto; como trastornos de personalidad, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno dismórfico corporal, bipolar, entre otros”, advierte.

Explica que el papel del entrenador personal debe ser guiar con los ejercicios a quien está entrenando, pero también apegarse a los objetivos del cliente, darse cuenta cuando ya estos objetivos se han alcanzado y hay que cambiar la rutina de ejercicio, además de que es importante no dejar que la persona se exceda bajo ningún concepto.

JOCHY PASCUAL

El entrenador personal advierte que es deber del entrenador personal velar por el bienestar de su cliente y por que el entrenamiento esté dirigido a lograr metas realistas y a contribuir a su salud tanto física como mental: “Si un entrenador sospecha que su cliente tiene un problema psicológico determinado o si sospecha que hay adicción al ejercicio, debe de recomendarle buscar ayuda profesional”.

PATRICIA MEDINA

“Con un adicto al ejercicio lo primero es hacer conciencia de esta conducta para que el paciente entienda cómo le está afectando. Luego se procede a trabajar con la familia (si es posible) para activar la red de apoyo y a la vez, visualizar ante todos los roles que están jugando, determinar quiénes están haciendo el papel de codependientes y sosteniendo el síntoma. En ocasiones se requiere de medicación”.

FUENTE: www.listindiario.com