Mala calidad de vida y funcionamiento en el trastorno bipolar

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Dr. José Manuel Crespo

Sylvia LG, Montana RE, Deckersbach T, Thase ME, Tohen M, Reilly-Harrington N, et al. Int J Bipolar Disord. 2017 Dec;5(1):10. doi: 10.1186/s40345-017-0078-4. Epub 2017 Mar 27.

Los objetivos terapéuticos en los trastornos mentales han evolucionado en las últimas décadas. Tradicionalmente la eficacia se basaba en resultados clínicos, especialmente a nivel de mejoría sindrómica o sintomática. En los últimos años el tratamiento engloba aspectos más amplios como la funcionalidad o más subjetivos como la calidad de vida. Por este motivo el estudio de estos parámetros adquiere más importancia. Recientemente una revista de acceso libre (Int Journal of BD) publica un interesante original que estudia la funcionalidad y la calidad de vida en pacientes bipolares, así como su relación con características sociodemográficas y clínicas. Este artículo pertenece a un estudio más amplio y se puede consultar en la versión libre on-line.

La muestra estaba compuesta por 482 pacientes con trastorno bipolar tipo I o tipo II que participaron en un estudio multicéntrico de efectividad realizado en 11 centros especializados. Los pacientes eran asignados de forma aleatoria al tratamiento coadyuvante con litio o con quetiapina durante, al menos, seis meses. Los autores realizaban un amplio protocolo basal que recogía múltiples variables. Entre estas variables analizaban aspectos relacionados con la capacidad funcional y con la calidad de vida subjetiva expresada por los pacientes. El objetivo de este artículo era conocer estos datos y su posible relación, sobre todo con variables clínicas.

Los resultados constatan que las mujeres, en promedio, presentan peor calidad de vida que los hombres. Asimismo, los pacientes solteros o que nunca se habían casado presentaban menor deterioro funcional. Los pacientes con más desventajas sociales se asociaban a una peor funcionalidad. Esta relación no se moderaba por la gravedad de los síntomas. A nivel clínico, los autores constataron que los pacientes con mayor severidad en síntomas depresivos e irritabilidad presentaban peor funcionalidad y menor calidad de vida. También se encontró peor calidad de vida en pacientes con comorbilidad psicopatológica excepto con trastornos por uso de sustancias.

En resumen, este artículo insiste en la relevancia funcional de la depresión, la irritabilidad y la comorbilidad en el contexto clínico del trastorno bipolar, así como sugiere un mayor riesgo funcional para aquellos pacientes con determinantes sociales adversos. Estos aspectos pueden ser tenidos en cuenta en el manejo terapéutico con el objetivo de minimizar las consecuencias negativas a este nivel.

FUENTE: https://bak.campussanofi.es