Suicidio: romper el silencio que lo rodea y terminar con el estigma

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Profesionales médicos, supervivientes, miembros de las fuerzas de seguridad y políticos han reclamado hoy que se deje de estigmatizar el suicidio y que se rompa el silencio que lo rodea como pasos imprescindibles para prevenir y evitar unas 4.000 muertes anuales en España.

Así lo han manifestado en una rueda de prensa con motivo de la conmemoración el 10 de septiembre del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, en la que María Isabel Torrejón, una joven gaditana, ha asegurado que «es una enfermedad como otra cualquiera, que se aprende a controlar y se puede vivir con ella».

A los 14 años fue diagnosticada de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Su cabeza le repetía «que, si no se hacia alguna lesión, a su familia le pasaría algo», lo que, unido a una gran ansiedad y una posterior depresión, la llevó a dos tentativas de suicidio.

Torrejón asegura que para prevenir el suicidio «hay que dar la voz de alarma» cuando la idea aflora y tener la medicación «bajo llave».

Además, critica con dureza el estigma impuesto en la sociedad a los que han «tenido devaneos con el suicidio», dice que le dificulta mucho «conocer gente» y asegura que «la sociedad y los medios de comunicación tienen mucha culpa al calificarlos de locos. Y denuncia que una enfermedad como el TOC, que le ha «podido llevar a la muerte, produzca risas en una sala de cine y sirva para divertir».

Carlos Soto, padre de una joven que se suicidó «hace dos años y siete meses», ha relatado «lo difícil que es ser superviviente de un suicidio» y recuerda cómo tuvo que aprender a vivir tras la muerte de su única hija con la ayuda de psiquiatras, psicólogos y medicación.

Junto a su mujer, Olga Ramos, coordina el Grupo de Familiares y Allegados en Duelo por Suicidio de la Red Aipis y asegura que las estadísticas mienten, ya que las cifras reales pueden ser «el doble de los 10 suicidios diarios que se contabilizan» y subraya que «por cada muerte hay 20 intentos fallidos».

El certificado de defunción de su hija indicaba «parada cardiorespiratoria» y así señala que en muchos casos el juez trata de evitar dolor a familiares y no lo refleja. «Tampoco se hace por cuestiones de seguros» y no se computan los ahogamientos por este motivo, añade.

Soto apuesta por hablar del suicidio en los centros educativos, ya que «los jóvenes están ansiosos por saber, y el veto lo ponen profesores y padres». Por ello, han elaborado una guía de prevención para profesores, que le «está costando mucho distribuir», y otra para padres.

Alerta a los progenitores de que vigilen cambios anímicos, incrementos de la tristeza, la falta de comunicación, excesivos encierros de los jóvenes en sus habitaciones y, sobre todo, pide que pregunten a su hijos si tienen intenciones suicidas.

«Preguntar salva vidas», insiste, mientras su mujer advierte de que hay que elegir muy bien a los profesionales porque en muchas ocasiones se «pone a gente con problemas en manos de quien no saben tratarlos».

La psicóloga María Mallo y el psiquiatra Mario de Matteis, que se encargan desde 2014 de un programa de atención a los suicidas en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, han destacado que las enfermedades mentales están detrás de un 90 % de los casos, pero en otro 10 % se debe a las circunstancias del «momento vital».

A ello se ha referido Alberto Reyero, de Ciudadanos, al hablar de suicidios en niños de 7 y 10 años por acoso y ha pedido aumentar el foco mediático sobre el problema y la puesta en marcha de un plan nacional de prevención del suicidio.

También ha denunciado la «política de ocultismo», Francisco Cecilia, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Madrid, que ha alertado de 14 suicidios de compañeros en los primeros ocho meses de 2017, «casi uno por quincena», frente a los 14 de todo 2016.

Ha denunciado la falta de «reconocimientos psicológicos periódicos» de «unos profesionales armados» y ha demandado gabinetes externos para tratar a los guardias con problemas, así como una mejora de «las condiciones sociolaborales».

FUENTE: www.canalsur.es